Mis seguidores sabéis de mi "cocinera preferida", mi hija Laura, en el blog he ido siguiendo su trayectoria y compartiendo sus experiencias.
En el 2015 se encontraba trabajando en el Celler de Can Roca cuando éste fue nombrado mejor restaurante del mundo y poco después pudimos vivir, comer y conocer a los hermanos Roca, os lo conté en este enlace, donde mostraba nuestra admiración como grandes profesionales. Hoy quiero recalcar el factor humano después de que hace unos días escuché este podcast de Joan Roca: "Nuestra profesión es cuidar a la gente y que se sienta feliz", recomiendo escucharlo sino lo habéis hecho, así como los vídeos de Youtube de BBV .
Me vino a la memoria el tiempo que Laura pasó en su cocina, lo de que sus padres les transmitieron valores que les hicieron enamorarse de esa forma de vida, transmitir generosidad, hospitalidad y autenticidad... no es porque sea correcto o lo exija el guión del podcast, es que se siente, se "palpa" en el ambiente, en el trato..., generosidad de su tiempo, hospitalidad toda, autenticidad dentro y fuera de la cocina.
En una de las visitas a Laura comimos en el Restaurante de sus padres, conocimos a su madre, una excelente persona que cuidaba, preparaba la comida para los trabajadores que venían a comer cada día a "su casa" desde el restaurante de sus hijos y se sentaban todos juntos compartiendo el menú. Eso dice mucho de esta familia.
Como todos los trabajos, ser cociner@ tiene sus cosas, añadiéndole un nivel de exigencia y estrés en los momentos puntuales del servicio, pero la frase de Mafalda "Que lo urgente no te impida ocuparte de lo importante" y lo importante, dentro y fuera (en este caso de las cocinas) son las personas.
Como complemento os dejo unas instantáneas de aquel 11 de junio del 2015 que lo corroboran, los padres de los hermanos Roca compartiendo en familia, con los cocineros en el salón de su restaurante los acontecimientos que acaecían en Londres.
