"Los paseos gastronómicos son rutas por la ciudad que pretenden descubrir uno de los aspectos mas interesantes de nuestro patrimonio inmaterial: la gastronomia"
Me fascina la cocina conventual y conocer como eran autosuficientes sin salir, ya que (en este caso) eran y son, monjas de clausuras.
Hace unos días pudimos descubrir el espacio gastronómico del Convent de les Caputxines de Palma y sus costumbres culinarias autónomas y con austeridad franciscana siguiendo las enseñanzas de San Francisco de Asís, orden religiosa de pobreza viviendo de la caridad; Las monjas Caputxines no tenían tradición repostera, en la actualidad solo quedan monjas franciscanas que elaboran algunos dulces por Navidad y los ofrecen a través del torno.
En sus estancias podemos encontrar, además del convento, sacristía e Iglesia, descubrimos los claustros, el huerto, aljibe, pozos, despensas, bodegas, lavadero y planchero... la exposición del Belén solo se puede visitar en Navidad.
La austeridad no les permitía comer/beber en vajillas/cristalerías de cristal, por lo que las utilizaban de cerámica básica y al igual como en las cocinas actuales existían los cargos reglamentarios:
En el huerto sembraban todo lo necesario para no salir ni tener necesidad de pedir favores, además de plantas y flores para decorar la Iglesia y capillas. Una Murtera (arbusto que crece en la región Mediterránea) preside la entrada al huerto y que sembraron las madres fundadoras del convento.
Para aprovechar todo lo que recibían de los benefactores, la cosecha del huerto... disponían de "la despensa grande", donde guardaban el "vi de misa", y entre otras conservas elaboraban envinagrados, preparando una *"tarta de envinagrados" que ofrecían para agradecer a los benefactores ya que ellas solo podían comerlos en Semana Santa.
Como curiosidad de su menú diario, puedo destacar que podían comer carne tres días a la semana (si tenían), todas las noches cenaban sopas, no podían bajo ningún concepto dejar nada en el plato y disponían de un salero en la mesa mientras comían solo a modo de tentación ya que no podían hacer uso de la sal. En Navidad comían coca bamba (dulce típico), que preparaban ellas mismas, el jueves santo, pescado si les regalaban los benefactores, la vigilia de Santa Clara y San Francisco de Asís, berenjenas y pimientos torrados, la vigilia de la Ascensión, tumbet con migas de pan.
* Receta de la tarta de envinagrado:
una base de pimientos envinagrados, sujetados con dos zanahorias, un poco de hinojo, alcaparras y otros envinagrados, decorado el conjunto con flores y hojas del huerto.
A mi me cuesta comerme un pepinillo envinagrado como para comerme esta tarta, de todas maneras yo se lo agradecería de corazón :)
Mi recorrido y fotos han sido austeros como eran sus costumbres, lo que lo hace interesante para visitar, por lo que os recomiendo que mejor esteis atentos a la página de www.tresserveiscultural.com o a su facebook por si os apetece apuntaros a la próxima.