Apetitosa y tentadora esta sopa, ahora que han llegado las lluvias a este lado del Mediterráneo. Un caldo sano, ligero, barato, ideal como entrante y supervitamínico, sin olvidarme de que es un gran aliado de la báscula, un tesoro de aromas y sabores que quedan atrapados en el líquido después de su cocción.
Para que no nos quede un "aguachiri caliente", y sea un plato realmente apetecible, es necesario seguir unas pautas:
- Poner a cocerlo todo en agua fría, para que todas las sustancias pasen al líquido.
- Echar la sal desde el inicio, facilita y acelera la salida de los jugos.
- Y para que no se pierdan las vitaminas es aconsejable utilizar la cantidad justa de agua, cortar y lavar las verduras en el último momento y cocerlas con el recipiente tapado.
Puede que lo mas "trabajoso" sea cortar las verduras en juliana, pero sin duda un colorido de vitaminas nos espera en la mesa.
3 zanahorias
3 nabos
3 puerros
100 gr.de judías verdes (en mi caso eran congeladas)
2 ramas de apio
3 cucharadas de aceite
1 1/2 l.agua
sal y pimienta
Elaboración:
- Se lavan las zanahorias, los nabos, los puerros, el apio; se cortan en juliana.
- En una olla se calienta el aceite, y se añaden las verduras, dejándolas cocer durante unos minutos; se añade un litro y medio de agua, se salpimentan y se dejan cocer durante 40 minutos; diez minutos antes del final de la cocción se añaden las judías.
María.