Uno de los platos preferidos de mi marido, bueno, uno, de los muchos que tiene, porque ahora que lo pienso no sabría decir si hay algo que no le guste, a los dos nos gusta sentarnos a la mesa, y degustar con tranquilidad una buena comida.
La primera vez que probé el pollo en pepitoria fue en casa de mi suegra, después de hacerme con la receta y prepararla en varias ocasiones siguiendo todos sus pasos, siempre tenía que escuchar -"está bueno, pero no te sale como a mi madre", por lo que decidí adaptar mi versión.
Ingredientes:
Un pollo troceado
2 cebollas grandes
4 dientes de ajo
500 grs.de champiñones
12 almendras crudas
1 huevo
1 vaso de vino de Jérez
aceite
sal
pimienta
perejil
Elaboración:
- Cortar finamente la cebolla, laminar los champiñones. Freir el pollo en abundante aceite, sacarlo de la sartén y reservarlo en una fuente.
- En una cacerola poner 5 o 6 cucharadas de aceite del de freír el pollo. Rehogar en él la cebolla hasta que se ponga transparente, añadir los champiñones y saltear. Incorporar el pollo.
- Machacar los ajos en el mortero con un poco de sal y una ramita de perejil picado. Incorporarlo a la cebolla. Añadir el vaso de Jerez y dejar que cueza durante 5 minutos.
- Añadir agua (que no cubra del todo el pollo) Taparlo y dejar cocer hasta que el pollo este tierno (alrededor de 20 minutos).
- Mientras cocer el huevo en agua hirviendo durante 10 minutos. Cuando se enfríe, pelarlo y machacar la yema en el mortero, junto con las almendras, que habremos picado previamente. Añadirlo a la cazuela.
- Picar la clara y añadirsela también a la cazuela, dejandolo cocer unos minutos más, removiendo de vez en cuando.
- Normalmente en casa gusta acampoñarlo con unas patatas fritas.